La opinión de los expertos

Por Rogelio Varela*

Tarjetas bancarias para jóvenes

Siempre se ha dicho que México es un país de jóvenes, y seguirá siéndolo. El Consejo Nacional de Población señala que actualmente la población joven, la que tiene hasta 20 años, alcanza 45 millones de habitantes, y se estima que de aquí a 2030 permanecerá relativamente estable en 43 millones de personas, lo que muchos han dado en llamar "el bono demográfico para la economía".

muchachos, tarjetas

Ante tal escenario bancos y otras entidades financieras han visto en el mercado de los jóvenes una clientela de gran potencial, porque puede crear con ellos relaciones de largo plazo.

Una estrategia para acercarse a ese segmento de la población ha sido ofrecerles productos como son las tarjetas de crédito, que tienen condiciones en cuanto a costos y promociones más atractivas, con respecto al promedio del mercado.

De hecho, desde hace ya varias décadas, para los jóvenes de 12 a 26 años la forma más usual de empezar a administrar su dinero y tener una relación con los bancos ha sido a través de una cuenta de ahorro, la cual les permite construir un primer historial que servirá para que luego tengan a su alcance su primera tarjeta de crédito.

Se trata de tarjetas que ofrecen algo más que crédito.

Y es que incorporan programas de lealtad con otras marcas donde las compras frecuentes hacen que se obtengan certificados de descuento, también tienen promociones para eventos y paseos en condiciones especiales como pueden ser conciertos con pagos sin intereses, e incluso algunos bancos rifan viajes.

Como casi todas las tarjetas de crédito, permiten además acumular puntos que se pueden utilizar como dinero en cualquier negocio o terminal bancaria.

Un nicho que también recibe la atención de los bancos es el de los universitarios, donde para obtener una tarjeta de crédito no se exige un historial de ahorro o crediticio ni tampoco un comprobante de ingresos, ya que se considera que son jóvenes que se convertirán en profesionistas en poco tiempo.

Incluso para este tipo de tarjetas se elimina la cuota anual y se ofrecen además seguros contra accidentes de viaje, lo que puede ser muy útil para estudiantes que realizan por ejemplo, prácticas de campo.

Los requisitos para obtener esos plásticos se limitan al comprobante de domicilio, credencial de elector u otra identificación como puede ser el pasaporte, la credencial vigente de la escuela o la tira de materias de la institución donde se estudia.

Normalmente para jóvenes menores a 25 años, si bien el banco no pide un comprobante de ingresos, sí solicita que en la cuenta de ahorro exista un saldo mensual de mil 500 pesos, por lo que son tarjetas que inician con límites de crédito pequeños, pero que pueden crecer a partir de mantener un buen comportamiento de pagos.

Este aspecto es quizá el más relevante, ya que si bien muchos jóvenes aún son dependientes de sus familias, pueden ir construyendo un historial  crediticio a través de esas tarjetas, que servirá para que en el futuro accedan a un crédito para auto o incluso una hipoteca, por lo que la enseñanza aquí, es que siempre hay que usar el crédito con responsabilidad para aprovechar todos sus beneficios.

Acércate al banco de tu preferencia y pregunta por las tarjetas especiales para jóvenes. Verás que incluso si eres ya una persona madura, ¡encontrarás algo que te interese!
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* Rogelio Varela es autor de la columna Ruta del dinero, del periódico La Crónica; es comentarista en Imagen Informativa, en Canal 40 y en TV Azteca.

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