Según datos de la Asociación de Bancos de México (ABM), a diciembre de 2016, en los últimos 12 meses la banca otorgó más de 2 millones de créditos al sector productivo, de los cuales aproximadamente 800 mil se canalizaron a las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MIPyMES).

Sólo por dar un dato, el número de patrones registrados ante el IMSS equivale prácticamente a esos 800 mil; de tal manera que hoy todo registrado ante el Instituto como empleado, es un usuario o potencial del crédito de la banca a través de un crédito para microempresario.

De 2009 (fecha en que la banca comenzó a segmentar su cartera de crédito según el tamaño de la empresa), al cierre de 2016, los bancos han crecido 1.7 veces la cartera al sector empresarial.

Los préstamos a los micro negocios han pasado de representar de 6 a 9 por ciento del total de los créditos al segmento empresarial; mientras que la proporción en las Pequeñas Empresas también ha aumentado de 8 a 11 por ciento.

Las grandes, que en definitiva son los usuarios más importantes del crédito empresarial en cuanto al monto que solicitan, han reducido esta proporción en 4 puntos porcentuales.

Así que algo que era impensable hace 5 años, hoy es una realidad: las PyMES pueden acceder a un crédito de la banca de una manera más sencilla que en el pasado.

Como muestra, 37 por ciento de las PyMES de este país toma crédito bancario; de ellas, 70 por ciento son empresas pequeñas, es decir, que tienen entre 10 y 50 empleados. Mientras que las Medianas y Grandes ya están volteando a ver nuevos mecanismos de financiamiento, como pueden ser los mercados financieros, por ejemplo.