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Con la Ley Fintech: nuevos productos para nueva banca

Por Roberto Fuentes Vivar

En marzo pasado, durante la 81 Convención Bancaria, realizada en Acapulco, mientras los asistentes comentaban la pasarela de los candidatos a la Presidencia de la República, el actual mandatario, Enrique Peña Nieto, firmó la Promulgación de la Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera (Ley Fintech).

En ese momento los alcances de esa legislación pasaron casi desapercibidos. Sin embargo, hoy cobran importancia, pues las operaciones electrónicas se han convertido en el pan nuestro de cada día. De hecho, la vida de casi todos los mexicanos ha cambiado en este sentido ya que podemos hacer uso de dinero electrónico desde prácticamente cualquier lugar, con casi cualquier teléfono.

La Ley Fintech (y su reglamento que se espera sea publicado este mes de septiembre en el Diario Oficial de la Federación) buscan normar un mercado creciente que consiste básicamente en tres puntos:

1) El sector de pagos electrónicos (monederos en línea, compras vía celular, transacciones electrónicas y transferencias de dinero).

2) El financiamiento colectivo o crowdfunding (micromecenazgo), un nuevo sistema mediante el cual se utiliza la red para obtener recursos en apoyo a proyectos específicos.

3) El uso de criptomonedas y criptoactivos (monedas y activos intangibles, pero que circulan y tienen valor en el ciberespacio), como el famoso Bitcoin.

En palabras llanas, esta nueva ley pretende dar certidumbre tanto a las empresas como a los usuarios que operan dinero electrónico. Es decir que se trata de una legislación que regula el presente de millones de mexicanos (que ya realizan transacciones desde su computadora o su teléfono digital) y normará el futuro de millones de ciudadanos que el día de mañana decidan operar monedas o activos virtuales.

Actualmente, se estima que existen 250 empresas Fintech que se dedican a financiamiento y productos de inversión; servicios de emisión, administración y transmisión de fondos de pago electrónico; servicios de gestión de finanzas empresariales, y educación financiera, principalmente.

Beneficios para usuarios y bancos

En términos generales, la Ley creó el término Instituciones de Tecnología Financiera (ITF), para las empresas que brindan servicios y aplicaciones para operaciones financieras electrónicas, aunque en el mercado se les conoce como “empresas Fintech”, contracción de las palabras en inglés Financial y Technology.

Lo más probable es que tú ya hayas utilizado de manera indirecta los servicios de una ITF y tal vez sin siquiera darte cuenta. El ejemplo más claro son los comercios y servicios que aceptan pagos con tarjeta y utilizan un teléfono o una computadora, en lugar de la maquinita donde tradicionalmente se introducía el plástico.

Las empresas Fintech o IFT son aquellas que desarrollan tecnología, aplicaciones, plataformas o sistemas para realizar operaciones financieras electrónicas. Con ellas, los bancos han firmado un centenar de convenios y alianzas que fortalecen la labor bancaria y consolidan nuevos esquemas de operación.

Si uno se pregunta ¿cuáles son las implicaciones de la Ley Fintech?, la respuesta podría ser en dos sentidos:

Para los usuarios significa:

  • Mayor certidumbre en las operaciones financieras electrónicas.
  • Más facilidades para realizar pagos y solicitar servicios.
  • Mayor gama de productos financieros a su alcance.
  • Mejor cobertura geográfica para realizar operaciones.
  • Más instituciones para comparar productos financieros.

Para los bancos:

  • Ampliación de sus proyectos de pagos.
  • Aumento en su capacidad de usar inteligencia artificial.
  • Más capacidad de ahorro digital.
  • Mayor gama de productos que ofrecer a sus usuarios.
  • Mayor cobertura para transferencias nacionales e internacionales.

Si se toman en cuenta todas estas ventajas, bien podemos afirmar que la nueva Ley Fintech permitirá a México ofrecer más y mejores servicios y una mayor inclusión financiera en beneficio de la población en general.

Cuando comenzó a discutirse la ley en el Poder Legislativo, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (quien envío la iniciativa correspondiente) calculaba que en México operaban alrededor de 160 organizaciones de desarrollo de tecnologías financieras, que habían otorgado más de mil millones de pesos en créditos y contaban con más de 540 mil usuarios activos.

* Roberto Fuentes Vivar es columnista económico. Egresado de la escuela de Periodismo Carlos Septién García y de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, ha sido jefe de las secciones financieras de diarios como La Jornada, Novedades, UnomásUno, El Nacional y la revista Época. Actualmente es colaborador de Radio Educación y Milenio Diario. Su columna diaria se distribuye en más de 20 portales informativos. Es profesor de periodismo económico en la Escuela de Periodismo Carlos Septién García.