Carta de Noticias


No hace falta ser magnate para invertir

¡Llegó diciembre!

Después de once meses de esfuerzo, nos preparamos para una época de festejo y renovación de ánimos y compromisos. Con el fin de año llega también la posibilidad de un ingreso extra. Qué hacer con él es una decisión importante.

El aguinaldo es una materialización de nuestro esfuerzo de un año. Por eso es que no hay que dejar que se vuelva humo. Todos tenemos derecho a darnos algún gusto de fin de año, por supuesto, pero tomarnos un momento para pensar qué hacer si logramos un extra después de los pagos (tarjetas y otros créditos) y uno que otro gasto, puede hacer una gran diferencia.

En esta tu Carta de Noticias te hemos hablado, a lo largo del año, de diferentes opciones en productos financieros. Ahora le toca el turno a uno de los menos recordados en épocas difíciles, pero que puede hacer la diferencia y evitar o ayudar a evitar otros momentos duros: la inversión.

Sí, inversión.

Estamos acostumbrados a oír o leer sobre "los inversionistas", y a veces pensamos en ellos como magnates de película, inalcanzables y casi irreales. Pero nosotros, los de a pie (o de automóvil e hipoteca), también podemos invertir.

El mercado financiero tiene muchas opciones de productos en los cuales puedes hacer que tu patrimonio sirva para apoyar el crecimiento nacional y ¡además!, obtener ganancias por ello (a grandes rasgos de eso se trata invertir: de aportar recursos a un proyecto que generará desarrollo y multiplicará los recursos).

Las aportaciones voluntarias a nuestra Afore, al igual que los recursos colocados en ellas tanto por nosotros como por nuestros empleadores, se invierten en instrumentos financieros que incrementan nuestro ahorro. Es dinero dedicado directamente a nosotros, a generar un capital que nos permita vivir tranquilos cuando ya no seamos muy productivos (al menos no en términos estrictamente económicos).

Los fondos de inversión son otra opción. Al estar formados por grupos de inversionistas, en ocasiones logran conjuntar sumas bastante grandes con las cantidades incluso modestas de cada persona. Lo importante es acercarse a asesores institucionales y debidamente reconocidos por las autoridades. El tamaño del riesgo (toda inversión implica un riesgo) lo decide cada quién luego de ser informado por su asesor.

Por otro lado están los Cetes (Certificados de la Tesorería de la Federación), cuyo rendimiento está garantizado y tienen un plazo fijo.

Y, por supuesto, todas las principales instituciones financieras del país tienen instrumentos y productos con los cuales podemos invertir nuestros dinero ahora y en cualquier momento. Las cuentas llamadas "maestras" tienen a veces opciones para invertir nuestros recursos y que no se queden sólo guardados bajo el colchón sin producir nada.

Un buen propósito decembrino es aprovechar el momento y decidirnos a desarrollar un patrimonio con nuestros propios recursos.

Guardadas las distancias, invertir es como tomar una semilla, sembrarla, cuidarla, ser paciente y ver nacer y disfrutar una planta nueva que a su vez podría dar frutos, semillas y otras plantas.

Una cantidad modesta y hasta pequeña de dinero, puede convertirse, con cuidado y paciencia, en un monto que incluso posibilite la reinversión y una mayor multiplicación de nuestros recursos.

Invertir no es sólo para millonarios. Tampoco se puede asegurar que invirtiendo nos haremos magnates. Pero lo que sí es seguro es que únicamente guardado, el dinero no produce ganancias. Y ya de exclusivamente gastarlo ¡mejor no hablamos!

Es diciembre, época de recuentos y buenos propósitos. Invertir, cualquiera que sea la suma de que dispongamos para ello, es uno de los mejores que podamos tener.

Felices fiestas.

Felices inversiones.

Comentarios

  |  

El Mundo del Crédito

La prensa opina

-
-
En voz de los expertos Mitos y Realidades
-
-


De Buró para ti...


Ilustración

 
   
 
 

CARTA DE NOTICIAS, Buró de Crédito
no. 12 / Diciembre 2011

 

Suscríbete aquí
Comentarios
Números Anteriores

Síguenos en: youtubetwitterbloggerfacebook