VISIÓN
UNIVERSAL
Los
últimos años no han sido buenos para las agencias calificadoras1.
Primero, se les culpó por causar la crisis económica actual y a causa
de esto sus ganancias se redujeron un tercio de lo habitual. Además,
por si fuera poco, en febrero pasado el Departamento de Justicia de
Estados Unidos demandó a la calificadora Standard & Poor’s
(S&P) por otorgar conscientemente evaluaciones demasiado
generosas. La firma asegura que se trata de un desquite por bajar la
calificación crediticia de EU.
A pesar de sus problemas, las
ganancias de las tres
grandes calificadoras (Moody’s, S&P y
Fitch Ratings) recientemente han crecido a niveles por arriba de los
mostrados previo a la crisis, lo que se debe, en parte, a la mayor
actividad en los mercados de bonos y a la obligación de evaluarlos para
poder negociarlos.
El que los emisores sean los que paguen el análisis de sus títulos, en lugar de los inversionistas, ha ayudado a mantener la demanda de estas compañías. Algunos críticos apuntan que esta práctica da a las calificadoras un incentivo para inflar sus resultados y así mantener contentos a sus clientes.
En Estados Unidos el Acta Dodd-Frank de 2010, que instituyó un gran número de reformas en el sector, solicitó a la Reserva Federal (Fed) y a la Comisión de Valores y Bolsa (Securities and Exchange Commission, principal regulador de Wall Street) que reforzaran su control sobre las calificadoras y redujeran sus referencias a las evaluaciones de estas firmas en las reglas de operación bancaria.

El que los emisores sean los que paguen el análisis de sus títulos, en lugar de los inversionistas, ha ayudado a mantener la demanda de estas compañías. Algunos críticos apuntan que esta práctica da a las calificadoras un incentivo para inflar sus resultados y así mantener contentos a sus clientes.
En Estados Unidos el Acta Dodd-Frank de 2010, que instituyó un gran número de reformas en el sector, solicitó a la Reserva Federal (Fed) y a la Comisión de Valores y Bolsa (Securities and Exchange Commission, principal regulador de Wall Street) que reforzaran su control sobre las calificadoras y redujeran sus referencias a las evaluaciones de estas firmas en las reglas de operación bancaria.

La Comisión debió emitir nuevos
lineamientos para la actividad de las calificadoras en mayo de 2011,
pero éstas aún no están terminadas. Hay quienes señalan que el
organismo no ha logrado disminuir la influencia de dichas agencias,
puesto que no ha sido fácil encontrar otros indicadores equivalentes en
los modelos de riesgo.
El negocio de las calificadoras “no se ha visto amenazado por regulación o competencia alguna” pues, asegura Douglas Arthur, del banco de inversión, Evercore Partners, las tres grandes controlan 95% de este mercado en el mundo… al igual que antes de la crisis.
Con los mercados de bonos nuevamente a la alza, la controversial y lucrativa personalidad de las calificadoras está de vuelta.
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The Economist. Abril 19, 2014.
1Las agencias calificadoras (rating agencies) son instituciones especializadas en la evaluación del riesgo de crédito de valores emitidos por instituciones financieras, empresas y gobiernos. La calificación crediticia analiza la capacidad financiera del emisor para cumplir con sus obligaciones.
Fuente: banxico.org.mx