Ya que se tiene listo el total de los recursos de que dispondrás en el mes, el primer punto que se debe cubrir es el ahorro. Aparta una cantidad (idealmente sería al menos 10% de tus ingresos mensuales) aunque sea pequeña, a fin de ir conformando una base sólida de ahorro o contar con recursos disponibles en caso de alguna emergencia.
Así es, el ahorro no debe conformarse con "lo que sobra", sino que debe ser un rubro fundamental de todo presupuesto.
El siguiente paso es asignar recursos para asegurar que tus gastos principales (renta, transporte, luz, educación) queden cubiertos. Uno de los primeros elementos que se deben cubrir es el pago de los créditos. Una vez que tus gastos prioritarios han quedado resueltos, puedes asignar recursos a proyectos importantes o a actividades como el esparcimiento.
Tener un presupuesto bien definido por escrito te ayuda también como referencia para hacer evidente cuando se está cayendo en un gasto innecesario que puede desequilibrar tus finanzas personales. De este modo, se cuenta con un apoyo para mantenerte firme en tus objetivos económicos.
De modo que: ¡a presupuestar!
___
* Miguel Tijerina Schon es Coordinador de Comunicación de Buró de Crédito.
|