Esto se complica más cuando pensamos en comprar un automóvil, una casa o en pagar los estudios superiores. Es ahí donde aparecen algunas de las virtudes de tomar un crédito.
Los créditos son préstamos que generalmente otorga una entidad financiera con el compromiso de quien los recibe de que dichos recursos se pagarán de forma gradual o en una sola exhibición, junto con otros cobros asociados.
No debemos olvidar que el dinero, como cualquier mercancía, tiene un costo en el tiempo, y que cumplir con el pago puntual de un préstamo permitirá que en el futuro nosotros u otras personas accedan a otros préstamos quizá en montos mayores.
Antes de solicitar un crédito debemos tomar en cuenta nuestra capacidad de pago para no sobre endeudarnos, lo que parece tarea sencilla; sin embargo, para ello debemos tomar en cuenta una serie de conceptos a los cuales hemos llamado "los básicos del crédito" y que aquí te describimos:
Plazo. Es el periodo de tiempo acordado con la institución, en que la persona cubrirá el préstamo recibido, en el entendido de que no es lo mismo pagar en un mes que en tres años, y que usualmente a mayor plazo, la mensualidad es más pequeña, aunque a la larga podría tener un costo mayor.
Tasa de interés. Éste es quizá, junto con el plazo, el indicador más importante al definir nuestra capacidad de pago; se expresa en porcentaje y revela el costo del crédito, es decir, cuánto pagaremos, además del crédito en sí, por recibirlo.
La tasa de interés se expresa en los contratos o estados de cuenta bancarios de forma anual, pero se cobra de forma mensual añadiendo además el IVA.
Otro elemento que no debemos pasar por alto es que la tasa de interés, sobre todo en créditos al consumo y personales, puede ser variable.
Es decir que se podría modificar cada mes o cada trimestre, mientras que los créditos automotrices o las hipotecas pueden contratarse a tasa fija, lo que significa que siempre sabremos cuánto vamos a pagar desde el principio y hasta la amortización del crédito.
Tasa moratoria. Dicho porcentaje de cobro se aplica cuando se incurre en algún incumplimiento de pago y suele ser varios puntos arriba de la tasa corriente, por lo que debe verse como una penalización.
Seguro de vida. En los créditos a plazos mayores a un año, suelen incorporarse seguros de vida que permiten que en caso de fallecimiento del titular, la deuda quede saldada.
CAT. Para dar mayor transparencia sobre el costo de un crédito, en años recientes las autoridades han exigido que se informe al solicitante del crédito sobre el Costo Anual Total (CAT) que también se expresa en porcentaje e incorpora además de la tasa de interés el cobro de comisiones, primas de seguros que el cliente debe pagar, excepto el IVA, además de otros elementos como la garantía exigida en caso de terminarse en el contrato.
TIIE. La Tasa de Interés Interbancaria de Equilibrio es una tasa representativa de las operaciones entre los bancos, por lo que suele utilizarse como referencia para ciertos créditos a los que se añaden algunos puntos porcentuales por la intermediación. Se utiliza básicamente como referencia en el cobro de intereses por tarjeta de crédito.
Confiamos en que con este breve glosario contarás con más elementos para saber en qué debes poner atención al momento de contratar un crédito que, dicho sea de paso, es una palabra que tiene su origen de la misma etimología de vocablos como creer y credibilidad.
Y es que tomar un crédito implica, además de muchos beneficios, actuar responsablemente.
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*Rogelio Varela es autor de la columna Ruta del dinero, del periódico La Crónica; es comentarista en Imagen Informativa, en Canal 40 y en TV Azteca.
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