Aunque en lo que va del año se han dado eventos de volatilidad en los mercados financieros que han puesto nerviosos a algunos, la realidad es que puede ser el mejor momento para adquirir una hipoteca.

Los factores externos e internos así lo aconsejan, ya que los esquemas de tasa fija y en pesos que existen en nuestro país desde hace años hacen posible tener la certeza de lo que vamos a pagar a lo largo de la vida de un crédito para comprar una casa.

Y bueno, si bien habrá que reconocer que desde el año pasado se ha dado un incremento en las tasas de interés, el ambiente de fuerte competencia ha ocasionado que hayan sido los propios bancos quienes han absorbido la mayor parte del impacto de los ajustes en el costo del dinero.

Para no ir muy lejos, la ruta seguida por la Tasa de Interés Interbancaria de Equilibrio¹ (TIIE) ha pasado en el último año, de 6.13% a 7.64%.

En ese contexto, de acuerdo al Banco de México, la tasa media del mercado hipotecario se ubicó en 10.26% al cierre de marzo pasado, donde hay entidades que cobran tasas desde 9.20% hasta 12.80%, esto en función de las condiciones del préstamo, como son: monto del enganche, plazo o incluso la fidelidad del cliente a partir de tener otros productos con el mismo banco.

Un crédito hipotecario es un producto muy versátil, pues lo mismo funciona para una familia que para un joven profesionista e incluso una madre que lleve sola las riendas de su hogar, ya que, dicho sea de paso, suelen ser muy buenas pagadoras.

Vale agregar a este análisis que el nivel de morosidad en hipotecas se mantiene bajo (se ubicó en 2.59% al primer trimestre de 2018), y todo apunta a que ese indicador mejorará en la medida en que la economía mexicana siga en un entorno de estabilidad con crecimiento.

Una casa es una forma de ahorrar, en otras palabras, el inicio para crear un patrimonio, lo que explica entre otros factores, que la demanda por ese tipo de créditos no ha disminuido.

Para un banco el negocio hipotecario genera incentivos importantes, quizá el de mayor peso es que constituye una relación de largo plazo con el acreditado, ya que los plazos de esos créditos pueden ir hasta los 25 años.

Este modelo plantea una relación “ganar-ganar” entre banco y cliente, quien debe mantener sus pagos puntuales, además de que va de la mano de esquemas de seguros que otorgan tranquilidad a ambas partes.

Pero sin duda, más allá de la formación de un patrimonio, el gran incentivo para adquirir una hipoteca en este momento es la expectativa de alza en tasas de interés que arrancó a nivel internacional desde 2017, pese a lo cual la mayor parte de ese ajuste no se ha reflejado en las tasas del mercado hipotecario que mantiene esquemas de tasas fijas.

De esta forma el cliente, al "amarrar" una tasa, tiene la certeza del monto de sus pagos y se resguarda de algún modo ante el ambiente global de mayor costo del dinero.

Adquirir una hipoteca en condiciones competitivas, y en un mes como mayo, donde muchas madres de familia están a la espera de alguna sorpresa, puede ser el regalo ideal.
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*Rogelio Varela es autor de la columna Ruta del dinero, del periódico La Crónica; es comentarista en Imagen Informativa, en Canal 40 y en TV Azteca.

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1</sup>Tasa representativa de las operaciones de crédito entre bancos, calculada por el Banco de México.