La prensa opina

sobre el crédito hipotecario

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"La cartera de crédito vigente de la banca comercial al sector privado presentó en febrero pasado un crecimiento real anual de 8.5%, tasa que se compara con la de 8.7% en enero previo.
El Banco de México (Banxico) informa que a su interior, el crédito vigente al consumo aumentó 13.8% real anual, dato menor al 14.9% de enero, mientras que el crédito vigente para la adquisición de vivienda se incrementó 5.1% real anual, también debajo del 6.8% registrado un mes antes.
Indica que en febrero de este año, el crédito vigente a las empresas y personas físicas con actividad empresarial creció 6.7% real anual, tasa superior a la de 5.7% en enero, mientras que el crédito otorgado a intermediarios financieros no bancarios subió 17.4% contra el 23.6% previo.
En el reporte ‘Agregados monetarios y actividad financiera’, el instituto central reporta que el financiamiento otorgado por la banca comercial aumentó en 3.0% en términos reales anuales en febrero de 2013, tasa debajo a la de 1.3% en enero pasado.
Sobre los componentes de este indicador, da a conocer que el financiamiento al sector privado fue mayor en 8.4%, el otorgado a estados y municipios aumentó en 16.9% y el destinado al sector público disminuyó en 16.3%.
Menciona que en febrero de este año, el financiamiento otorgado por la banca de desarrollo creció 0.1% real anual, cifra inferior al 2.8% registrado en enero pasado.
(...)
El banco central expone que la tasa de interés de los valores privados a corto plazo fue en promedio 4.76% en febrero de 2013, mientras que la tasa de interés de estos instrumentos a mediano plazo en pesos se ubicó en 6.18 por ciento.
En cuanto a las tasas de interés de crédito a los hogares, agrega que en febrero de 2013, un crédito hipotecario estándar, medido en términos del Costo Anual Total promedio (CAT), tuvo un costo de 13%, en tanto que el CAT mínimo fue 10.98% y el máximo de 17.30%”.
El Economista, 27 de marzo de 2013, Notimex.

“La ‘mano que mece la cuna’ en el mercado hipotecario en México ha sido la banca en los últimos años, ante el monto total de financiamiento que ha destinado para la adquisición de una vivienda, de acuerdo con BBVA Research.
Expone que cuando se habla del sector hipotecario y de la vivienda en México se piensa sobre todo en la actividad realizada por el Infonavit y Fovissste, que ciertamente aportan el mayor volumen de hipotecas, más no así en términos del monto total de financiamiento.
En un análisis, refiere que medida a través de su participación en el financiamiento hipotecario, la banca ha ganado importancia en forma significativa en los últimos años.
Refiere que mientras a finales de 2009 aportó 29.6 por ciento del monto total de financiamiento otorgado a través del sistema financiero, al cierre de 2012 dicha participación alcanzó 37 por ciento.
Reconoce que durante este periodo se combinaron distintos factores que contribuyen a explicar el incremento, como una menor participación de las Sofoles.
Asimismo, los institutos de vivienda han reducido su colocación de créditos en el periodo, de 547 mil en 2009 a 486 mil en 2012; en consecuencia, el monto total de financiamiento por estas entidades pasó de 151 mil millones a 142 mil millones de pesos, a precios constantes.
Sin embargo, subraya, ninguno de estos dos elementos minimiza el aumento de la actividad de la banca en los últimos años, toda vez que desde el segundo semestre de 2010 y hasta febrero pasado el ritmo de crecimiento anual promedio en el monto de financiamiento ha sido de 12.8 por ciento real, de 57 mil millones a 83 mil millones de pesos”.
El Financiero, 07 de abril de 2013, Notimex.


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“Recientemente platiqué sobre el Buró de Crédito con personas que tienen una pequeña o mediana empresa (Pymes). Al abrir la sesión de preguntas y respuestas, uno de los asistentes mencionó que veía a las Sociedades de Información Crediticia (SIC), ejemplo: Buró de Crédito, como un obstáculo para obtener financiamiento.
Primero, recordemos que las Sociedades de Información Crediticia no autorizan, ni rechazan créditos. Las SIC son empresas que con información de los otorgantes de crédito, construyen historiales crediticios que sirven como una herramienta en el proceso de originación de un financiamiento. Segundo, los historiales le permiten al otorgante del crédito conocer a su potencial cliente y evaluar si éste puede hacerle frente a un nuevo financiamiento para no sobreendeudarlo. Cabe mencionar que también consideran otros criterios que forman parte de sus propios modelos de negocio y de riesgo.
Antes de que siquiera vean el historial crediticio, hay varios requisitos que los otorgantes de crédito solicitan; como dijimos éstos pueden variar según el criterio de cada uno de ellos. Algunos de los más importantes son que las Pymes deben: estar legalmente constituidas (Acta Constitutiva), presentar Poderes y Reformas (en caso de persona moral), estar dados de alta en Hacienda, no presentar pérdida en la declaración anual ni quiebra técnica, presentar declaraciones de impuestos, tener comprobantes de ingresos, tener estados de cuenta bancarios o estados financieros, etcétera.
Muchas Pymes lamentablemente no cuentan con esta documentación, es decir, operan informalmente. Entonces ¿si no se está dado de alta en Hacienda no se puede ser sujeto de crédito? Sí hay posibilidades, pero seguramente necesitará comprobar ventas, además de exhibir documentación que demuestre que el negocio cuenta con un permiso delegacional o municipal, un registro ante asociación de comercio o industria, o notas de compra u otro documento que sustente la actividad del negocio.
¿Y por qué los otorgantes piden tantas cosas? La razón es muy sencilla, los otorgantes de crédito están sujetos a la Ley de Instituciones de Crédito que en su Artículo 65 indica que ´Para el otorgamiento de sus créditos, las instituciones de crédito deberán estimar la viabilidad de pago de los mismos por parte de los acreditados o contrapartes, valiéndose para ello de un análisis a partir de información cuantitativa y cualitativa, que permita establecer su solvencia crediticia y la capacidad de pago en el plazo previsto del crédito. Lo anterior, deberá observarse sin menoscabo de considerar el valor monetario de las garantías que se hubieren ofrecido´.
Los historiales y la documentación que los otorgantes piden, disminuyen las probabilidades de quebrantos que afectan directamente al acreditado, a las instituciones de crédito, al ahorrador, al inversionista y a la economía nacional”.
La Razón, 10 de abril de 2013, Wolfgang Erhardt.