Lo cierto es que comenzaba a hacerse urgente un poco de disciplina en mis finanzas, pues las deudas comenzaron a apilarse y ya no recordaba varios rubros del presupuesto que no escribí pero que de alguna manera llevaba mentalmente.

Como la inversión en el celular ya estaba hecha, decidí sacarle el mayor provecho.

Lo primero que hice fue instalar la aplicación que mi banco ofrece sin costo. Fui a la sucursal donde tengo mi cuenta para activar mi acceso y en ese momento comenzó el ahorro... en tiempo y traslados de inicio, pues desde ahí comencé a pagar mis tarjetas, la renta y algunos servicios.

Sin embargo, aún necesitaba ayuda para planear los pagos, enfrentar cierta deuda, pero sobre todo, no olvidar algún recibo y ahora sí, hacer un presupuesto.

Junto con un amigo, planeamos tomar el control de nuestras finanzas y apoyarnos para eso en la tecnología.

Mi amigo, usuario de iOS, consiguió por sólo $49.00 un paquete de apps para finanzas personales que incluye aplicaciones como:

• Bills. Un calendario de cuentas por pagar, con lo que no ha vuelto a tener recargos.
  
  
• Checkbook, en la que dio de alta sus cuentas, tarjetas, ingresos, gastos, etc., y entonces pudo ver (literalmente) su balance, en gráfico.
  
  
• Budgets. Aquí comenzó la diversión. Definió categorías, les asignó un presupuesto y ahora sabe cuánto le queda por ejercer en cada una.
  
  
• Por último, dos aplicaciones para salir de deudas. Me explicó que entre ambas, organizan las deudas desde la más pequeña hasta la más grande para pagarlas en ese mismo orden.

Para mí, que uso Android, escogí otra que por $89.00 "hace magia", ya que me ayudó de varias formas, como por ejemplo:

• Cuando terminé de ingresar los datos tuve un panorama completo de mis finanzas y desde ahí comencé a ver cómo iba a pagar mis tarjetas.
  
  
• Todos mis pagos estaban ahora en un calendario, lo que me dio tranquilidad y me ahorró muchos pesos.
  
  
• Cuando pensé que había hecho todo muy bien, el programa me avisó que una de mis cuentas no tendría los fondos necesarios para cubrir los pagos... lo había hecho bien, nada más. Así que tomé cartas en el asunto.
  
  
• La información se sincronizó con mi tableta, donde planeo con más comodidad.