Existen en el mercado más de 100 diferentes tipos de tarjetas de crédito y cuando buscamos obtener alguna difícilmente nos detenemos a revisar cuáles son las características de cada plástico, sus ventajas y los puntos finos que debemos cuidar para hacer un buen uso del crédito más allá de la tasa de interés que aplican.
De acuerdo con datos de Banco de México, en los primeros seis meses de 2017 el saldo de las tarjetas de crédito creció 3.3% real, y aunque ha dejado de tener los niveles de crecimiento de doble dígito que llegó a alcanzar en el pasado reciente, mantiene una dinámica mayor al promedio de la economía que este año crecerá alrededor de 2%.
Ese indicador de crecimiento habla de un mercado cada vez más maduro donde los clientes de la banca ven con cautela el tema del endeudamiento.
Lo cierto es que cuando pensamos en una tarjeta de crédito debemos tomar en cuenta en primer lugar nuestros ingresos, porque, por ejemplo, difícilmente nos van a dar una línea de crédito de 30 mil pesos cuando nuestro sueldo mensual es de 6 mil pesos.
Otro tema a seguir es el gasto mensual que haremos con el plástico, aprovechando las ventajas de no usar efectivo para pagar la gasolina, hacer el súper o bien, cubrir la colegiatura de los hijos.
La forma en que utilizarás la tarjeta es fundamental para elegir adecuadamente el tipo de plástico que más te conviene, ya que si eres totalero (es decir, si pagas cada mes el total de tus créditos) no importa que la tasa de interés que cobre el banco que la emite sea un poco alta, ya que puedes obtener beneficios como acumular millas o recompensas por tus compras, que pueden significar un incentivo ineresante en el futuro.
Usualmente las tarjetas llamadas clásicas tienen menos incentivos en materia de recompensas o premios, aunque la tasa puede ser atractiva; de ahí que pueden ser una alternativa para las personas que buscan comprar con financiamiento.
Se puede decir que existe una tarjeta para cada tipo de usuario; por ejemplo, el “primerizo” deberá entender que quizá inicie con una modesta línea de crédito, pero con la ventaja de que irá construyendo un historial que le traerá grandes beneficios en el futuro.
También está el “caza recompensas”. Para ese tipo de clientes están las tarjetas que ofrecen premios en función del uso del plástico, ya sea participando en rifas de boletos para distintos eventos culturales o bien usando las tarjetas para conseguir descuentos en algunos establecimientos.
En ese rubro figuran además los plásticos ligados a negocios comerciales que cada año reintegran a sus clientes algo del dinero gastado en función del buen desempeño que hayan demostrado en el uso de la tarjeta.
Existe además el llamado cliente “viajero” que mientras más compras hace con el plástico, acumula millas o puntos que puede intercambiar al paso del tiempo por boletos de avión.
Un cuarto usuario de tarjeta de crédito es el “práctico” que quiere evitar como sea el pago de anualidades, para lo cual busca un producto específico que se lo permita. Este mercado ha crecido recientemente en nuestro país y generalmente está ligado a clientes con posibilidad de contar con más de tres productos distintos con el banco de su preferencia.
También figura el usuario “distinguido”, quien busca diferenciarse dentro de un grupo de consumidores, para el cual se han diseñado las tarjetas de afinidad que se relacionan con alguna institución educativa, deportiva o de apoyo social, por ejemplo.
Otro tipo de cliente es el “controlador”, uno que surge sobre todo al contratar tarjetas adicionales a las que él mismo define una línea de crédito tope a utilizar por mes, lo que puede ser importante para no incurrir en sobreendeudamientos.
En fin, que como puedes apreciar, existen tarjetas de todos "colores" y cada institución que las emite define qué tipo de clientes quiere tener como tarjetahabientes.
De ahí que existen también las tarjetas corporativas que van ligadas a los gastos de representación que cubre una empresa, y recientemente con el boom de las compras por internet están también las tarjetas virtuales que son más seguras al tener montos acotados para las compras a realizar a través de la red.
Recuerda que la tarjeta de crédito siempre debe usarse con prudencia, no significa más ingreso y si la utilizas bien puede ser la puerta de entrada para adquirir bienes y servicios que quizá de otra forma no estarían a tu alcance y también, de acceder a créditos de mayor monto, mejor tasa y más plazo.
Y tú, ¿qué tipo de cliente de tarjeta de crédito quieres ser?
___
Consulta Acredita-T en nuestra página y de manera gratuita entérate si eres candidato a obtener un crédito personal o una tarjeta de crédito.
___
Y tú ¿qué opinas? La carta de noticias es para ti.
Por favor mándanos tus comentarios, opiniones, sugerencias, temas que te interesa ver publicados, etc.
editorialbc@burodecredito.com.mx
¡Nos interesa ofrecerte lo mejor!
Copyright 2017. Buró de Crédito