Para hacer el presupuesto 2019: Bancarización vs. gasto hormiga
Por Roberto Fuentes Vivar*
Ya se acerca el inicio de año (desde luego, ocurrirá primero el fin del actual) y, por tanto, es un buen momento para comenzar a planear los gastos de 2019, tomando en cuenta experiencias anteriores.
Aunque todavía no concluye 2018 y es imposible contar con datos precisos sobre cómo se comportaron los gastos familiares, sí es previsible que uno de las principales salidas de dinero haya sido el llamado “gasto hormiga”.
Con las ligeras variaciones que pudieran presentarse en 2018, de acuerdo con la Encuesta Nacional Ingreso-Gasto del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dada a conocer a mediados de 2017, cuya nueva versión será presentada hasta el año entrante, la distribución de los gastos de una familia es la siguiente:
- Alimentos, bebidas y tabaco (incluye comidas y bebidas fuera de casa): 35.2%.
- Mejoramiento individual (considera educación, salud, cuidados personales, vestido y calzado): 27.1 %.
- Transporte y comunicaciones (incluye gastos de vehículo, combustible, arreglos, rentas, telecomunicaciones): 19.3 %.
- Vivienda (conformado por alquiler o pago de hipoteca, luz, agua, servicios y adquisición de artículos para el hogar): 15.4 %.
Lamentablemente, estos rubros no incluyen los gastos hormiga, que afectan el presupuesto familiar al aumentar las erogaciones lo mismo en comida que en comunicaciones o hasta en transporte, así que es difícil cuantificarlos con precisión.
¿Cuáles son los gastos hormiga?
El gasto hormiga de los hogares es un fenómeno poco estudiado, aunque se calcula que se trata de una fuga de entre 12 y 15 por ciento del ingreso.
Tampoco existe una lista de lo que puede ser el gasto hormiga, pero ahí está el dinero que se fue de la cartera para propinas, para satisfacer un antojo en la tienda de conveniencia o hasta la recarga urgente de 10 pesos para el teléfono móvil.
Si se intenta hacer una definición de los gastos hormiga, puede decirse que se trata de todas aquellas pequeñas compras o pagos de servicios no siempre formales que se hacen con dinero en efectivo y que no se prevén en el presupuesto formal.
Al respecto, la plataforma de ventas Tiendeo.mx realizó un estudio publicado en septiembre del presente año, en el cual señala que entre los gastos hormiga se encuentra el café de mediodía, que puede significar una erogación anual de nueve mil 400 pesos al año.
Otra plataforma, Yapp, considera que un mexicano gasta cerca de 1,200 pesos al mes en gastos pequeños como café, cigarros, refrescos, dulces, chicles, antojitos, cervezas y hasta propinas, lo que representa más de 14 mil pesos anuales.
Incluso la Comisión Nacional para la Defensa de Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) calcula que el gasto hormiga representa una erogación equivalente a 12 por ciento del ingreso de un trabajador.
Cómo evitarlos
Existen varias fórmulas que pueden ayudarnos a reducir los gastos hormiga.
Aquí te presentamos algunas:
1. Bancarizarlos. De acuerdo con la más reciente encuesta sobre inclusión financiera de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, dada a conocer el mes pasado, 95% de los mexicanos usa efectivo para hacer pagos o compras menores de 500 pesos. Aquí está una de las principales salidas de dinero. Si estos gastos se bancarizan y se realizan con tarjeta de débito se podrá tener mayor control sobre ellos.
2. Limitarlos. Si se determina una cantidad máxima sobre el uso de efectivo diario que debe gastar una familia, seguramente se reducirán los gastos inútiles o prescindibles.
3. Presupuestarlos. Ahora que va a comenzar un año, una forma de evitar gastos hormiga es precisamente incluirlos en el presupuesto familiar y, con base en ello, destinarles una cantidad al mes. Concretamente, vale la pena con papel y lápiz en mano hacer un ejercicio de cuánto fue lo que nuestra familia destinó este año para esas erogaciones y presupuestar, para 2019, una cantidad menor.
―*Roberto Fuentes Vivar es columnista económico. Egresado de la escuela de Periodismo Carlos Septién García y de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, ha sido jefe de las secciones financieras de diarios como La Jornada, Novedades, UnomásUno, El Nacional y la revista época. Actualmente es colaborador de Radio Educación y Milenio Diario. Su columna diaria se distribuye en más de 20 portales informativos. Es profesor de periodismo económico en la Escuela de Periodismo Carlos Septién García.
