Encontrarse
con adultos que llegan a fin de quincena sin un peso en la bolsa, que
no tienen algo ahorrado, que no cuentan con ningún plan de
emergencia financiera y/o que manejan inadecuadamente sus
créditos no es nada extraño si partimos del hecho que de niños no
recibimos ningún tipo de instrucción en materia de cultura financiera.
Según
cifras de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los
Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), 4 de cada 10 mexicanos
ahorran y lo hacen principalmente a través de productos informales como
son "debajo del colchón", las tandas o dándole a guardar su dinero a
los familiares más cercanos.
Además, datos de la Asociación
Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) revelan que sólo 15 por
ciento de la población cuenta con un seguro de vida, por lo que
aproximadamente 85 de cada 100 personas que pierden la vida, dejan
financieramente desamparadas a sus familias.
En
lo que se refiere al crédito, la última Encuesta Nacional de Educación
Financiera (ENIF), elaborada por la Comisión Nacional Bancaria y de
Valores en 2012, destaca que a pesar de que 97 por ciento de la
población en México cuenta con al menos un punto de acceso al sistema
financiero, sólo 38 por ciento tiene algún producto de ahorro y crédito
en instituciones formales. Esta cifra está por debajo del promedio
mundial, e incluso es menor a la de algunos países con niveles de
desarrollo similares a los de México.
Esto habla de los
bajos niveles de educación financiera que desafortunadamente prevalecen
en nuestro país en dos aspectos básicos como son el ahorro y la
protección de la vida; pero definitivamente en otros indicadores de
productos más avanzados como el crédito y los fondos de
inversión, por ejemplo, la situación es aún peor.
Y es que la mayoría de los mexicanos crecimos sin tocar estos temas en la escuela o en nuestra familia, por lo que directivos de compañías del sector financiero, así como funcionarios han referido que la falta de educación financiera es el principal problema por el que la penetración de estos servicios es tan baja.
¿Cómo solucionarlo? Para comenzar, hablándole a nuestros hijos de estos temas, estableciendo una relación sana con el dinero y con los intermediarios financieros, ya sean bancos, seguros, Afore, etc.; como prestadores de servicios indispensables para hacer crecer nuestro patrimonio y protegerlo, y no como entidades con las que terminamos enemistándonos.
Te recomendamos comenzar por inculcarles una cultura del ahorro. Sí, desde lo más indispensable, como empezar a ahorrar en una alcancía de cochinito, hasta hacer de esta actividad un hábito y más adelante, ¿por qué no?, pensar en abrir una cuenta de ahorro para niños.
Además, actualmente las instituciones ofrecen productos y también talleres diseñados para niños y jóvenes con el propósito de ayudarlos, cuando sean aptos para ello, a sacar el mejor provecho de los servicios que existen en el mercado mexicano.
El Museo Interactivo de Economía (MIDE1), por ejemplo, se ha caracterizado por ofrecer cursos y talleres para niños en temas indispensables como el ahorro, el crédito y los seguros, entre otros, por lo que si estás convencido de que necesitas inculcarle a tus hijos buenos hábitos financieros, comenzar este acercamiento puede resultarte de gran ayuda en estos momentos y, sin duda, estarás aportando mucho para su tranquilidad financiera y su futuro.
La Condusef, por su parte, tiene también en su página un espacio dedicado a los niños y a su formación financiera, muy interesante y visualmente atractivo que puedes revisar con los pequeños de la casa.
Lo importante es comenzar cuanto antes a acercar a los niños al mundo financiero, a fin de que al crecer cuenten con elementos para tomar decisiones adecuadas en su beneficio.
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1 El MIDE (Tacuba 17, Centro Histórico, México D.F.) está abierto de martes a domingo de 9:00 a 18:00 hrs. Admisión general: $65.00; estudiantes y maestros con credencial, así como personas de la 3a edad: $55.00.
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* Claudia Castro es periodista de profesión, especializada en temas financieros. Ha colaborado en periódicos como La Razón de México y El Economista, así como en revistas de negocios como Entrepreneur y Mundo Ejecutivo. Actualmente es reportera del periódico Excélsior.