Lo
anterior es consecuencia de un incremento en el uso de la banca
electrónica y de que las instituciones financieras, particularmente los
bancos, comienzan a ser cada vez más activas para sacarle provecho a
todas las herramientas digitales con las que contamos en la actualidad.
De
acuerdo con el último estudio sobre banca en línea, elaborado por la
Asociación Mexicana de Internet (AMIPCI), 78 por ciento de los
internautas mexicanos con algún producto o servicio bancario ya
utiliza la banca en línea.
Sin embargo, el mismo análisis revela que para el resto los
principales retos son que su uso sea menos complicado, contar con una
oferta más amplia de productos y servicios para los usuarios y que las
personas sientan mayor confianza y seguridad al utilizar este canal.
Lo
cierto es que hoy, solicitar un crédito vía internet ya es una realidad
y más aún, antes de adquirirlo, una persona puede hacer una
precalificación y utilizar incluso los simuladores para saber a qué
monto podría acceder, a qué plazo y el monto a pagar, ya sea de manera
mensual o quincenal.
También es necesario analizar las condiciones del crédito. Es posible que a través de internet y de las redes sociales, por ejemplo, recibamos ofertas de préstamos con anuncios como “obtén un crédito en línea dando click aquí”.
Antes de dar “aceptar”, las preguntas clave que debemos hacernos son: ¿realmente lo necesito?, ¿es una institución seria y confiable quien me lo ofrece?
Si las respuestas son positivas, entonces investiguemos a qué tasa, cuáles son las condiciones, los requisitos, etc.
Entre los requisitos, prácticamente todas las entidades solicitan los mismos: identificación oficial, comprobante de domicilio y comprobante de ingresos; y es posible que en ese aspecto no tengas ningún problema, pero es importante que revises con cuidado cuál es la tasa de interés que pagarás por ese crédito y los plazos, si es que será un pago quincenal o mensual, si existen penalizaciones por pagos anticipados y sobre todo, que no te soliciten a cambio el cobro de ninguna cantidad por anticipado.
Y es que lamentablemente con el auge del internet, también han proliferado varias entidades que no son reguladas por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), ni por la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) al ser empresas comerciales, que aprovechando la necesidad de las personas de tener un préstamo ofrecen supuestos créditos a cambio de una cierta cantidad. La persona realiza la transferencia o el depósito y nunca recibirá su dinero a cambio.
Por eso es necesario verificar con quién se está contratando el crédito, pues existen otros intermediarios que no pertenecen al sector de la banca comercial y que están aprovechando este medio para otorgar préstamos y en algunos casos defraudar.
Utiliza este importante servicio de la banca y como siempre: ¡cuida tu dinero!
* Claudia Castro es periodista de profesión, especializada en temas financieros. Ha colaborado en periódicos como La Razón de México y El Economista, así como en revistas de negocios como Entrepreneur y Mundo Ejecutivo. Actualmente es reportera del periódico Excélsior.