Jack Stanfield es un experto en informática, encargado de diseñar el sistema de seguridad de Landrock Pacific para convertirlo en un banco virtualmente inviolable. Algo que saben los hombres que han tomado a su familia como rehén a cambio de que robe 10 mil dólares de las 10 mil cuentas más grandes con que cuenta la institución. El plan es obtener un botín que ascendería a 100 millones de dólares en total, a cambio de la vida de sus secuestrados.
La familia de Jack, el trabajo en el que ha puesto tanto esfuerzo y dedicación, así como su propia reputación, están en juego. Ahora, deberá recurrir a todo su ingenio para frustrar los planes de los maleantes dado que él es, en efecto, la única muralla que se interpone entre ellos y la muerte de su esposa y sus dos hijos.
Pocos
son los directores que tienen la oportunidad de filmar un remake de su
propia obra. Tal es el caso de Richard Locraine, quien retoma la
historia de su cinta Bellman
and True (1987) sobre un experto en sistemas
computacionales obligado a perpetrar un atraco al banco en el que
trabaja, pero ahora con gadgets
más modernos.
Apoyado en un elenco con experiencia y capacidad histriónica como
Harrison Ford (El juego
de Ender, Cowboys
vs. Aliens), Paul Bettany (El código Da Vinci,
Wimbledon)
o Virginia Madsen (Entre
copas, El
número 23)
lo que se obtiene es una cinta llena de acción, emoción y suspenso
ambientada en el mundo digital. Uno en el que estamos inmersos todos
los días, pero del cual -hay que admitirlo- sabemos muy poco y que
demuestra que no hay sistema o plan a prueba de errores
Una
cinta que virtualmente te levantará de tu asiento.
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