Además, las mujeres han demostrado ser muy buenas pagadoras y buenas en la administración del hogar, de ahí que se han convertido en el segmento clave para las microfinancieras, para quienes incluso las mujeres conforman 80 por ciento del total de sus clientes.

Se tienen pocos datos a nivel mundial sobre el uso de los servicios financieros por parte de las mujeres; no obstante el reporte “Banca para las mujeres de hoy en día: Oportunidades para los bancos de Reino Unido”, realizado por la consultora Accenture revela que 52 por ciento de las mujeres entrevistadas estaría dispuesta a cambiar de banco si éste le ofreciera productos personalizados, por ejemplo, en función de su estado civil.

Además, se indica que las mujeres son más conscientes de los precios, pues 7 de cada 10 consideran muy importante el precio para decidir contratar una nueva cuenta o un producto financiero.

En nuestro país, los datos de la última Encuesta de Inclusión Financiera de 2015  elaborada por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, en colaboración con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI)¹ destaca que 42 por ciento de las mujeres a nivel nacional tiene una cuenta de ahorro, mientras que en el caso de los hombres la proporción es de 46 por ciento.

Sin embargo, es curioso que en las zonas rurales esta combinación cambie y más mujeres tengan un producto de este tipo con 38 por ciento, frente a 32 por ciento en el caso de los hombres.

En el caso de los créditos grupales, las mujeres son el segmento estrella, pues la penetración de éstos es de 11 por ciento respecto a un 3 por ciento en lo que respecta a los hombres.

Opciones

Cuando hablamos de los productos de crédito diseñados en específico para las mujeres, existen sobre todo tarjetas de crédito y financiamiento para las mujeres emprendedoras, pues además se trata de un nicho altamente productivo y preocupado por el bienestar social.

Los datos del INEGI resaltan que 4 de cada 10 micro y pequeños emprendimientos, son liderados por ellas y en las últimas dos décadas, la proporción de jefas de familia creció 47 por ciento, lo que significa que casi 30 por ciento de los hogares son liderados por una mujer.

Según la Asociación Mexicana de Mujeres Jefas de Empresas (AMMJE), las mexicanas destinan más de 70 por ciento de sus ingresos a su familia y al desarrollo de su comunidad.