Y
bajo este propósito, el aguinaldo y el crédito pueden ser una excelente
combinación si se les da un uso adecuado a través de distintas medidas
como la elaboración de un presupuesto, las compras anticipadas que
permiten comparar precios y aprovechar descuentos y sobre todo, no
dejarse llevar por la euforia de la temporada en lugar de hacer compras
inteligentes.
La falta de planeación sobre el uso que se
le dará al aguinaldo podría provocar que para inicios de 2016 las
deudas contraídas sean mayores y la cuesta de enero esté más empinada.
De
acuerdo con el estudio elaborado por la firma Deloitte sobre las
intenciones y expectativas de los consumidores en México y
Latinoamérica en 2013 para las compras de Navidad, 57% de los
encuestados afirmó que destinaría su aguinaldo a las compras de la
temporada, mientras que 37% lo usaría para el pago de deudas
y 33% al ahorro.
Y
es que una de las principales tentaciones cuando se recibe un bono o
pago extra es gastar, sobre todo cuando existen promociones y
atractivos descuentos con ofertas a meses sin intereses, por ejemplo.
Pero
para sacarle el mayor provecho posible al aguinaldo, no se trata de no
gastar o no darse algún gusto, sino de utilizarlo de manera inteligente
y con una debida planeación.
De acuerdo con la última Encuesta Nacional de
Inclusión Financiera
2013, realizada por el INEGI y la Comisión Nacional Bancaria y de
Valores (CNBV), sólo 20% de la población lleva un registro puntual de
sus gastos; en tanto que la Encuesta de Capacidades Financieras en
México, realizada por el Banco Mundial, señala que sólo 34% de la
población sigue un plan financiero a lo largo del año.
Lo recomendable es dividir en tres partes el monto que recibas de aguinaldo, de las cuales una parte se destinará al pago de deudas, otra para el ahorro y una última para las compras de la temporada.
Según la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), 84% de las personas pagan sus regalos en efectivo, mientras que el resto recurre a la tarjeta de crédito.
Si bien es cierto que el crédito puede ser un gran aliado para estos momentos, lo importante es conocer la capacidad de pago con la que se cuenta para establecer un límite y evitar comprometer el ingreso futuro.
Evitar las compras de pánico durante esta temporada da oportunidad de comparar precios; así como evitar abusos o incrementos en los precios ya que están más cercanos la Navidad, Fin de Año e incluso Día de Reyes.
Es importante analizar a cuánto ascienden las deudas para que antes de seguir gastando, se liquiden aquellas que resulten más costosas con la parte proporcional del aguinaldo de este rubro.
Destinar una tercera parte del aguinaldo al ahorro permite estar preparado de cierto modo para cualquier imprevisto y si existe la posibilidad de no sólo ahorrarlo, sino de invertirlo en cualquier instrumento financiero formal, como la Afore, fondos de inversión o los Cetes, existe una importante posibilidad de crecer un patrimonio.
¡Cuida tu aguinaldo!
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* Claudia Castro es periodista de profesión, especializada en temas financieros. Ha colaborado en periódicos como La Razón de México y El Economista, así como en revistas de negocios como Entrepreneur y Mundo Ejecutivo. Actualmente es reportera del periódico Excélsior.