En México, 4 de cada 10 personas de 18 años de edad en adelante, practica algún deporte o ejercicio físico en su tiempo libre; una proporción que además no ha cambiado desde 2013.

De acuerdo con el Módulo de Práctica Deportiva y Ejercicio Físico (MOPRADEF), del Instituto Nacional de Estadístcia y Geografía (INEGI), 49.8 por ciento de los varones realiza alguna actividad física en su tiempo libre, mientras que sólo el 36 por ciento de las mujeres hace algún ejercicio.

En ambos casos, a medida que se incrementa la edad, los porcentajes de población físicamente activa disminuyen.

En ocasiones se cree que mantenerse en forma es costoso. Sin embargo, este uno de los principales mitos y excusas más frecuentes para darle la vuelta a un tema de bienestar y salud, no sólo personal, sino incluso a nivel nacional para combatir enfermedades como la obesidad y la diabetes que tan altos costos generan al país.

México ocupa el segundo lugar de los 35 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en obesidad de adultos, después de Estados Unidos.

Una de las alternativas que están creciendo en el mercado mexicano precisamente por el potencial que tiene, es la de los gimnasios de bajo costo, que si bien ofrecen instalaciones más pequeñas, también cuentan con planes de inscripción y mensualidades más accesibles que los más grandes y reconocidos.

Por su parte, hay cadenas de gimnasios que con frecuencia tienen planes de inscripciones sin costo y mensualidades que pueden ir desde los 500 o 600 pesos, lo equivalente a poco más de 20 pesos al día.

Ahora, que si ya te mantienes físicamente activo y lo que necesitas es complementarlo con una alimentación balanceada, puede ser que recurras al pretexto de “no tengo tiempo para ir de compras al súper" o “no sé cocinar”. Para estos casos existen también plataformas o aplicaciones móviles que te hacen llegar a tu oficina o domicilio menús variados y muy saludables.

Los planes por desayuno, comida, cena y dos colaciones por 5 días tienen un precio estimado en 1,990 pesos o de 790 si lo que quieres es sólo una comida y dos colaciones.

Ahora, lo interesante de este asunto es que estas opciones las tienes al alcance de tu mano al seguir dos pasos indispensables:

1. Elabora un presupuesto. Haz cuentas de tus ingresos y de tus gastos y determina cuánto puedes pagar por un gimnasio (que como ya viste los puedes encontrar muy accesibles), así como por algún plan para comer saludablemente, a través de un esquema como el que te acabo de mencionar.
   
   
2. Sácale provecho a tu tarjeta de crédito. Tanto para el gimnasio, como para los planes de alimentación a domicilio, lo primero que se te va a requerir es una tarjeta de crédito para que se te pueda aplicar el cargo cada mes.

¡Ahí es en donde está la clave de cómo puedes sacarle provecho al crédito para mantenerte saludable, en forma y verte bien!

Si tú tienes un buen historial crediticio y ya hiciste cuentas, ¡puedes empezar mañana mismo!

Cuando te preocupas y te ocupas de pagar tus tarjetas de crédito siempre a tiempo y las utilizas de manera responsable, el crédito se convierte en una herramienta completamente a tu favor en muchos aspectos.
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*Periodista de profesión, especializada en temas financieros. Ha colaborado en periódicos como La Razón de México y El Economista, así como en revistas de negocios como Entrepreneur y Mundo Ejecutivo. Actualmente es reportera del periódico Excélsior.